lunes, 30 de junio de 2014

¿Es la inserción laboral sinónimo de integración social?

Hoy en día muchas de las políticas de integración están haciendo énfasis especial en cuatro ámbitos que intentan lograr la inserción social de nosotros, los migrantes, estos son el ámbito educativo, de salud, de vivienda, y el laboral, siendo este último el que actualmente nos permite en cierta medida de manera jurídica, social, política y económica, insertarnos de manera pronta a los otros ámbitos en mención pero considero yo, que se falla al pensar que es el ámbito laboral el principal factor para lograr una integración social como lo están proponiendo muchos de los nuevos programas de integración.

Quizás sea el ámbito laboral, el de mayor ¨inserción¨ y facilitación con relación a los campos educativo, de vivienda y de salud pero también considero que este no es el principal o el más importante para lograr finalmente una adecuada ¨integración¨, especialmente cuando se pretende definir el verbo ¨integrar¨ como el lograr una convivencia social razonada y crítica.

No se debe olvidar que para que exista realmente una integración es necesario que se de una recíproca acomodación entre el local y el migrante, un respeto mutuo de valores y principios, siendo primordial conocer la lengua, la historia y las instituciones del país de acogida y en donde es claro que el trabajo es un factor determinante y central de participación  pero no necesariamente son estos ámbitos los que proporcionan plenamente un adecuado proceso de ¨integración¨.

La integración real como tal, recurre globalmente a otro tipo de teorías que a mi parecer son más relevantes como lo es por ejemplo, la del fomento de redes sociales que acojan adecuadamente al recién llegado y las cuales terminan siendo fundamentales a la hora de involucrarse y adaptarse realmente a un nuevo contexto.


En este aspecto, la psicología individual supone que la felicidad y el éxito están ampliamente relacionados con las interacciones sociales en comunidad, de allí que sea necesario para poder integrarnos adecuadamente, reorganizar y reconsiderar algunas de nuestras actitudes, creencias, metas y conductas, promoviendo nuestro compromiso y motivación hacia la realización personal en sociedad.

Solo el propio hombre es quien está en capacidad de influir directamente sobre sus pensamientos, sentimientos y acciones. La posibilidad de programarnos mentalmente de manera colectiva basados en estas redes sociales, contribuye de hecho al propio reconocimiento, pertenencia y posibilidad de fomentar el sentido de pertenencia a la sociedad de acogida como claves de la identidad y del bienestar personal.

Así pues, no hay mayor determinación a la hora de integrarse socialmente que la del propio individuo por voluntad propia, yendo así un paso más allá de la crítica constante a las políticas de integración que actualmente se hallan más enfocadas a lograr insertarnos que integrarnos en su sociedad.


Publicada esta entrega y con la intención de disfrutar las vacaciones realizando un nuevo recorrido por otras tierras lejanas, me despido hasta el mes de septiembre y les deseo todo lo mejor.

+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com
@psico_Migrante