Una vez más he confirmado la importancia de generar redes sociales durante nuestro estancia en el extranjero, una emergencia médica me lo ha demostrado, estando sola con mi hija menor en el país de residencia hace aproximadamente un mes, nos encontrábamos en pleno centro de la ciudad cuando de repente el mundo comenzó a oscilar de un lado para el otro, no podía caminar y unas horas más tarde ni siquiera mantenerme en pie porque el mundo no paraba de dar vueltas constantemente.
En ese momento, desee poder
llamar a uno de mis hermanos para que me recogiera pero se encontraban a 8.000
km de distancia o a 3.000 km mi esposo e hijo, entonces pensé por unos minutos en a quién
podría pedirle que me auxiliara en ese instante con toda la ciudad paralizada
por una amenaza de bomba y a menos 11 grados bajo cero; en ese mismo instante
mi propia hija de tan solo 12 años me propuso llamar a una amiga que vivía en
el centro y que quizás podría ayudarnos.
Tomé el teléfono y rogué a Dios
que me contestará, solo así podría sentirme realmente a salvo, escuchar su voz
fue una bendición del cielo y a partir de ese momento sé que estuve en buenas
manos; fuimos a la sala de emergencias más cercana caminando pues no había
posibilidades que con esta ciudad paralizada se acercará al sitio donde nos
encontrabamos ni siquiera una ambulancia. Mi amiga tuvo que llenar varios documentos,
contestar un sin fin de preguntas y luego con mi hija, acompañarme a otro
hospital donde quedaría interna durante cinco días, una Resonancia magnética y otros tantos exámenes
médicos para un diagnóstico definitivo de neuritis vestibular.
Digámos que tuve que aprender o
rehabilitar todo mi sistema, era como aterrizar en la tierra luego
de una larga temporada en el espacio, aprender a caminar, a dejar de ver doble,
a escuchar sin eco y controlando las incomodas náuseas que todo este proceso
conlleva, aún después de varias semanas aún no logro concentrarme y aún pierdo
la noción del tiempo.
Esta situación que les comento,
tiene como base recordar la importancia de generar sólidas redes sociales en el
país de acogida, pues así como conté con ese ángel caído del cielo, también me
sorprendió la reacción muy indiferente de conocidos que consideraba erán mis
amigos. La creación de sólidas redes sociales nos permite mitigar riesgos y
hasta contar con algunos beneficios, el capital social que genera una adecuada
red de apoyo nos permite bajar el nivel de ansiedad, estrés y angustia ante la
necesidad de solucionar situaciones novedosas, especialmente aquellas que implican
nuevos grados de dificultad o infortunio.
Contando con una sólida red
social se intervienen situaciones difíciles de manera activa, siendo más fácil con
ella comprender, actuar y transformar una mala experiencia en algo llevadero o
quizás hasta en un proceso de resultados positivos por soporte emocional y hasta material en algunos momentos. No debemos olvidar que el contar con una buena red social nos permite
también alejarnos un poco más de la discriminación, el abuso o la indiferencia
de quienes nos rodean o del grupo en el cual nos desenvolvemos basados en el
reconocimiento mutuo y mejorando continuamente nuestra calidad de vida.
Este apoyo genera bienestar,
físico y social al igual que un adecuado ajuste psicológico, permitiendo
adaptarse rápidamente a cualquier contingencia extraña que desajuste nuestro
entorno. Por ello, tómate siempre el tiempo de reanudar, mantener y fomentar
tus redes, quizás aún cuando no lo imagines, en el momento menos pensado puedas
tener que recurrir a alguno de ellos, incluyendo quizás a cualquiera de los
menos conocidos.
Las redes sociales pueden influenciar nuestro bienestar físico, familiar, social, económico y laborar aún sin darnos cuenta, por ello no olvides que todos los que forman parte de tu entorno tiene la posibilidad de cambiar tu vida.
Hasta muy pronto,
+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com
@Psico_Migrante
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