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martes, 3 de abril de 2018

La importancia de las redes sociales


Una vez más he confirmado la importancia de generar redes sociales durante nuestro estancia en el extranjero, una emergencia médica me lo ha demostrado, estando sola con mi hija menor en el país de residencia hace aproximadamente un mes, nos encontrábamos en pleno centro de la ciudad cuando de repente el mundo comenzó a oscilar de un lado para el otro, no podía caminar y unas horas más tarde ni siquiera mantenerme en pie porque el mundo no paraba de dar vueltas constantemente.

En ese momento, desee poder llamar a uno de mis hermanos para que me recogiera pero se encontraban a 8.000 km de distancia o a 3.000 km mi esposo e hijo, entonces pensé por unos minutos en a quién podría pedirle que me auxiliara en ese instante con toda la ciudad paralizada por una amenaza de bomba y a menos 11 grados bajo cero; en ese mismo instante mi propia hija de tan solo 12 años me propuso llamar a una amiga que vivía en el centro y que quizás podría ayudarnos.


Tomé el teléfono y rogué a Dios que me contestará, solo así podría sentirme realmente a salvo, escuchar su voz fue una bendición del cielo y a partir de ese momento sé que estuve en buenas manos; fuimos a la sala de emergencias más cercana caminando pues no había posibilidades que con esta ciudad paralizada se acercará al sitio donde nos encontrabamos ni siquiera una ambulancia. Mi amiga tuvo que llenar varios documentos, contestar un sin fin de preguntas y luego con mi hija, acompañarme a otro hospital donde quedaría interna durante cinco días, una Resonancia magnética y otros tantos exámenes médicos para un diagnóstico definitivo de neuritis vestibular.

Digámos que tuve que aprender o rehabilitar todo mi sistema, era como aterrizar en la tierra luego de una larga temporada en el espacio, aprender a caminar, a dejar de ver doble, a escuchar sin eco y controlando las incomodas náuseas que todo este proceso conlleva, aún después de varias semanas aún no logro concentrarme y aún pierdo la noción del tiempo.


Esta situación que les comento, tiene como base recordar la importancia de generar sólidas redes sociales en el país de acogida, pues así como conté con ese ángel caído del cielo, también me sorprendió la reacción muy indiferente de conocidos que consideraba erán mis amigos. La creación de sólidas redes sociales nos permite mitigar riesgos y hasta contar con algunos beneficios, el capital social que genera una adecuada red de apoyo nos permite bajar el nivel de ansiedad, estrés y angustia ante la necesidad de solucionar situaciones novedosas, especialmente aquellas que implican nuevos grados de dificultad o infortunio.

Contando con una sólida red social se intervienen situaciones difíciles de manera activa, siendo más fácil con ella comprender, actuar y transformar una mala experiencia en algo llevadero o quizás hasta en un proceso de resultados positivos por soporte emocional y hasta material en algunos momentos. No debemos olvidar que el contar con una buena red social nos permite también alejarnos un poco más de la discriminación, el abuso o la indiferencia de quienes nos rodean o del grupo en el cual nos desenvolvemos basados en el reconocimiento mutuo  y mejorando continuamente nuestra calidad de vida.


Este apoyo genera bienestar, físico y social al igual que un adecuado ajuste psicológico, permitiendo adaptarse rápidamente a cualquier contingencia extraña que desajuste nuestro entorno. Por ello, tómate siempre el tiempo de reanudar, mantener y fomentar tus redes, quizás aún cuando no lo imagines, en el momento menos pensado puedas tener que recurrir a alguno de ellos, incluyendo quizás a cualquiera de los menos conocidos.

Las redes sociales pueden influenciar nuestro bienestar físico, familiar, social, económico y laborar aún sin darnos cuenta, por ello no olvides que todos los que forman parte de tu entorno tiene la posibilidad de cambiar tu vida.


Hasta muy  pronto,



+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com
@Psico_Migrante





sábado, 15 de noviembre de 2014

La Soledad

Últimamente son muchos los pacientes y las personas amigas migrantes que me han venido mencionando este famoso termino que finalmente nos lleva a sentirnos algo vulnerables y desprotegidos ante nosotros mismos y ante los demás.

Hablamos aquí de la soledad no solo física sino muchas veces hasta emocional, la primera es bastante regular y probable en personas que han migrado en algún momento de su proceso, al llegar a ese nuevo contexto, al enfrentarse a un sistema cultural novedoso o al confrontar la obligada necesidad de comunicarse en otra lengua que no es la de su país natal; la segunda hace referencia al sentimiento de tristeza o melancolía que nos embarga aún a pesar de contar con el apoyo y la compañía de los demás.


Las causas pueden ser diversas en ambos casos, podemos sentir soledad debido a factores sociales ya que sentimos que el medio nos es ajeno, otra posible causa tiene que ver con nuestros recursos personales para hacerle frente a esa soledad debido a un déficit en el desarrollo de nuestras habilidades sociales, la iniciativa o la creatividad para lograr generar relaciones con los demás, o igualmente como causa podemos observar algunos factores psicológicos como la autoestima o los sentimientos de tristeza o frustración que pueden llevarnos a vivir esa ¨soledad¨.

En el caso de nosotros los migrantes, una de las causas que más nos afectan es la situacional (vivir en un país nuevo donde no conocemos muchas personas y ni siquiera nos podemos dar el lujo de elegir con quien estar).


Qué hacer entonces? es la pregunta que nos abruma al pensar en esta soledad, ahora bien mi recomendación hoy es la siguiente:

Primero busca y define bien cuál es la causa de tu malestar, define claramente el problema por ejemplo si es social, personal, situacional, si es psicológico o hasta existencial.

Determina las herramientas necesarias para intervenir ese sentimiento desde donde sea posible modificar.

Si la causa se relaciona con el exterior, con ello me refiero a causas situacionales, sociales o personales, entonces trabaja en conocer el entorno, apropiate de él, desarrolla tus habilidades sociales, se creativo y toma la iniciativa para romper con esa soledad.


Si la causa tiene carácter interno por razones psicológicas o espirituales, comienza a trabajar en tu autoestima, en enfrentar el miedo a la soledad, cambia tu estilo de vida dentro de lo que objetivamente observes que puedes cambiar, sonrie, habla, pregunta y no pares de buscar lo que realmente deseas y esperas lograr.



+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com

@Psico_Migrante 

viernes, 22 de agosto de 2014

¿Depresión, estrés crónico y/o ansiedad?

De regreso de las vacaciones, las cuales imaginaba serían interesantes y sin haberme equivocado en dicha apreciación, se me ocurrió debido al tema de moda y concidencialmente al tema más tratado con los amigos y conocidos que estuve visitando en tierras lejanas, migrantes casi todos ellos como yo, hoy regresando de las vacaciones de verano, me veo algo preocupada pues el asunto que debo abarcar es el de la depresión, el estrés crónico y/o la ansiedad.

Al visitar a cada uno de mis conocidos durante el viaje vivencié de nuevo en mente ajena como el migrar conlleva consigo en la mayoría de las ocasiones el adquirir o exacerbar algunos síntomas psicológicos que deberán ser tratados con amigos o profesionales para evitar que adquieran con el tiempo un caracter crónico en muchos de los que alguna vez decidieron dejar su Patria Natal.


Al reencontrarme con estas personas y preguntarles como estaban y como se sentían, observé como se presentaba de manera repetitiva cierto grado de depresión demarcado por la tristeza y la falta de interés en casi cualquier actividad cotidiana ya fuese con la capacidad de controlar el entorno o por la imposibilidad de hacerlo ya que muy en el fondo para cada uno de mis amigos o conocidos, esta situación no se ha logrado superar de manera puntual y teniendo en cuenta los casos terapéuticos que he tratado durante años, concluyo que este asunto es una realidad.

Durante largas horas de terapia o de conversación, hicieron acto de presencia también la ansiedad y el estrés crónico bajo las características de preocupación excesiva y recurrente por factores laborales, familiares o sociales que están impidiendo que en esta pequeña muestra de personas migrantes  lograr la felicidad, presentándonos una fiel fotografía de lo que está aconteciendo en el día a día de muchos migrantes hispanos a nivel global.


Se habló de irritabilidad, llanto, soledad, falta de sueño, cefaleas y fatiga y me llama mucho la atención que aún a pesar de contar con adecuadas redes sociales y en algunos casos hasta un buen empleo, la depresión, la ansiedad y el estrés hicieron su aparición sin prácticamente mencionar como motivo o razón de los mismos, el entorno, la gente o la vida dejada atrás.

Y es allí donde quiero mencionar un par de consejos que podrían ayudar a confrontar este tipo de situaciones como primeros auxilios psicológicos:


1. Determina un cuadro de actividades que realmente sean de tu interés, proyecta tu vida hacia el futuro y determina metas que te llenen y te proporcionen felicidad.

2. Has una evaluación de tus habilidades personales, sociales y profesionales y empieza a trabajar en aquellas que consideras necesitas reforzar.

3. Evita los pensamientos catastróficos, negativos o que vayan en detrimento de tu autoestima. Esto solo te está creando caer en un círculo vicioso que no está aportando nada positivo a tu vida y a tus objetivos, ellos afectan tus emociones y tus conductas también.

4. Si existen algunas variables que están afectando tus pensamientos, emociones y conductas busca como  confrontarlos y solucionarlos de una vez de la mejor manera posible y buscando tener el control sobre la situación, infórmate, determina alternativas y actúa sin dudar.

5. Si consideras que necesitas un apoyo para trabajar en los cuatro puntos anteriores no dudes en pedir ayuda familiar, de amigos o de un profesional. Recuerda que no siempre contamos con todos los recursos para superar este tipo de situaciones, tómalo con calma y no te dejes menoscabar.


+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com
@Psico_Migrante