El tema de hoy se relaciona con el estrés que
puede generar el confrontar una enfermedad personal o de un familiar bien sea
en nuestro hogar o bien en nuestro país de origen, siendo obligados a gestionar
todo el proceso psicológico y clínico lejos del terreno que nos fue un día realmente
manejable y donde nuestras estrategias básicas surtían efecto casi sin
pensarlo.
Está claramente comprobado que en muchas
ocasiones el estrés ocasionado por nuestro proceso de migración, el dejar atrás a nuestros seres
queridos con quienes crecimos y nuestro territorio, ambos aspectos inevitables
puntos de referencia para nuestro desenvolvimiento cotidiano, nos colocan en
una situación muchas veces difícil de sortear y que de una manera u otra
comienza a minar nuestras posibilidades de solucionar los inconvenientes de
forma sencilla y natural. Situación que claramente se agrava aún más cuando está relacionada con una enfermedad.
A muchos de nosotros "migrantes", el confrontar nuevos
idiomas, nuevos estilos de vida, o el mismo hecho de tener que comenzar de cero
después de haberse forjado un camino profesional, nos ha llevado finalmente a
un estrés desconocido y difícil de gestionar.
Esta situación interfiere en la posibilidad de reaccionar adecuadamente
y muchas veces dispara respuestas inadecuadas que a su vez van minando las
emociones y los pensamientos generando como válvula de escape únicamente una
activación somática que afecta la capacidad de análisis y solución efectiva de
cualquier problema, lo que nos lleva a ser poco eficaces a la hora de acompañar
a nuestro familiar enfermo o de acompañarnos en el proceso sí somos nosotros
mismos a quien le han diagnosticado la enfermedad.
Está comprobado que la ansiedad,
la depresión y el estrés alteran la actividad inmunológica del ser humano y por
ende su salud. Así, sin quererlo, al evitar las situaciones nuevas, al no
confrontarlas dentro de una justa medida y entendiendo que siempre debe primar
nuestro bienestar emocional y físico sobre cualquier valoración que otorguemos
a cada uno de los momentos de la vida, conlleva la posibilidad de enfermar y
multiplicar a la vez el oscuro panorama de verdad. Mariano Chóliz (2005): Psicología de la
emoción: el proceso emocional www.uv.es/=choliz.
Es
aquí cuando debemos mantener la cabeza fría y las ideas claras, logrando
controlar las emociones, reconociendo el momento en el cual necesitas la ayuda
de quienes nos rodean o hasta quizás de un profesional en el área de la salud,
todas ellas, personas que están en capacidad de apoyarnos, colaborarnos y
aconsejarnos. Está visto que el equipaje se hace más ligero cuando contamos con
el apoyo de quienes nos rodean, nos saben valorar y conocen o nos pueden
proponer las herramientas necesarias para confrontar el momento que estamos
viviendo de la mejor manera, evitando así enfermarnos aún más o el poder
encontrarnos al 100% en forma para poder apoyar a quien de los nuestros se
encuentra en esta situación.
Así que si estás necesitando apoyo para sobrellevar una enfermedad no dudes en buscarlo antes de que afecte aún más la situación personal.
Hasta una próxima oportunidad,
+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com